CAMBIOS CLIMÁTICOS
Se llama cambio climático a la modificación del clima con respecto al historial climático a una escala global o regional. Tales cambios se producen a muy diversas escalas de tiempo y sobre todos los parámetros meteorológicos: temperatura, presión atmosférica, precipitaciones, nubosidad, etc. En teoría, son debidos tanto a causas naturales como antropogénicas.
El término suele usarse de manera poco apropiada, para hacer referencia tan solo a los cambios climáticos que suceden en el presente, utilizándolo como sinónimo de calentamiento global. La Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático usa el término «cambio climático» solo para referirse al cambio por causas humanas:
Clima:
El cantón presenta una variedad de climas que van desde el Páramo 8.62º C, el templado con una temperatura media anual de 11.18° C, con precipitaciones de 13.3 – 67 mm., hasta el Subtrópico 18 – 26º C, en las parroquias de Chontamarca, Ventura, San Antonio y General Morales, determinando una diversidad de cultivos y productos. La humedad relativa media es del 73.8 %.
Los meses ecológicamente secos son: junio, julio, agosto y septiembre presentando el resto de meses ligeras precipitaciones.
El clima es un promedio, a una escala de tiempo dada, del tiempo atmosférico. Los distintos tipos
climáticos y su localización en la superficie terrestre obedecen a ciertos
factores, siendo los principales, la latitud geográfica,
la altitud,
la distancia al mar, la orientación del relieve
terrestre con respecto a la insolación (vertientes de solana y umbría) y a la dirección de los vientos (vertientes
de Sotavento y barlovento) y por último, las corrientes
marinas. Estos factores y sus variaciones en el tiempo producen cambios en
los principales elementos constituyentes del clima que también son cinco: temperatura atmosférica, presión atmosférica, vientos, humedad y precipitaciones.
Pero existen fluctuaciones considerables en estos elementos
a lo largo del tiempo, tanto mayores cuanto mayor sea el período de tiempo
considerado. Estas fluctuaciones ocurren tanto en el tiempo como en el espacio.
Las fluctuaciones en el tiempo son muy fáciles de comprobar: puede presentarse
un año con un verano frío (por ejemplo, el sector del turismo llegó a tener
fuertes pérdidas hace unos años en las playas españolas debido a las bajas
temperaturas registradas y al consiguiente descenso del número de visitantes, y
el invierno del 2009 al 2010 ha sido mucho más frío de lo normal, no solo en
España, sino en toda Europa). También las fluctuaciones espaciales son aún más
frecuentes y comprobables: los efectos de lluvias muy intensas en la zona
intertropical del hemisferio sur en América (inundaciones en el Perú y en el
sur del Brasil) se presentaron de manera paralela a lluvias muy escasas en la
zona intertropical del Norte de América del Sur (especialmente en Venezuela y
otras áreas vecinas).
Un cambio en la emisión de radiaciones solares, en la composición de la atmósfera, en la disposición de los continentes,
en las corrientes marinas o en la órbita de
la Tierra puede modificar la distribución de energía y el equilibrio térmico, alterando así
profundamente el clima cuando se trata de procesos de larga duración.
Animación del mapa mundial de la temperatura media
mensual del aire de la superficie.
Estas influencias se pueden clasificar en externas e
internas a la Tierra. Las externas también reciben el nombre de forzamientos,
dado que normalmente actúan de manera sistemática sobre el clima, aunque
también las hay aleatorias como es el caso de los impactos de La
influencia humana sobre el clima en muchos casos se considera forzamiento
externo ya que su influencia es más sistemática que caótica pero también es cierto que el Homo
sapiens pertenece a la propia biosfera terrestre
pudiéndose considerar también como forzamientos internos según el criterio que
se use. En las causas internas se encuentran una mayoría de factores no
sistemáticos o caóticos. Es en este grupo donde se encuentran los factores amplificadores
y moderadores que actúan en respuesta a los cambios introduciendo una variable
más al problema ya que no solo hay que tener en cuenta los factores que actúan
sino también las respuestas que dichas modificaciones pueden conllevar. Por
todo eso al clima se le considera un sistema
complejo. Según qué tipo de factores dominen la variación del clima será
sistemática o caótica. En esto depende mucho la escala de tiempo en la que
se observe la variación ya que pueden quedar patrones regulares de baja
frecuencia ocultos en variaciones caóticas de alta frecuencia y viceversa.
Puede darse el caso de que algunas variaciones caóticas del clima no lo sean en
realidad y que sean catalogadas como tales por un desconocimiento de las
verdaderas razones causales de las mismas.
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